viernes, 22 de mayo de 2009

El Público

Entre ocho y doce millones de españoles, que se sepa, se buscan la vida con dinero negro. Ya saben, nada de facturas y nada de IVA, que los únicos papeles que les mola son los de colorines con la palabra euros impresa, estos sí, de curso legal. Quien no conoce a un cuñado o una vecina que tiene sus ingresos en caja B. A esto se le llama robar al pueblo porque el centro de salud, la farmacia, el cole público o concertado, por ejemplo, se pagan con los impuestos que los del dinero negro escaquean. Si los billetes de 500 se cambiaran de repente de color por una decisión de la UE, como propone Cayo Lara (IU), para sacar a la luz los viejos, los datos del consumo se dispararían como fuegos artificiales para limpiar la mierda que tantos ¿ciudadanos? esconden bajo la cama.
El modo en que la dignidad humana y el interés personal cambian de valor suele ser una curiosa interpretación de los parámetros matemáticos. Pongo un ejemplo: si el convenio de los temporeros está en 5´60 € la hora ¿por qué se contrata ilegalmente junto a la estación de Fraga, por ejemplo, a 3 € y sin coberturas sociales? Eso es un delito que los contratados tragan por hambre y falta de cultura sindical y laboral, y un concepto depredador de la economía y el trabajo ajeno por parte de los contratadores.
Claro que el concepto del trabajo como valor y de la responsabilidad como obligación también brilla por su ausencia en algunos cargos públicos. Digo algunos, que la mayoría de los representantes políticos no son ni peor ni mejor que la sociedad a la que pertenecen. Pero me meo de la risa al ver el estudio del propio parlamento europeo sobre el nivel de trabajo de sus señorías en Bruselas (http://www.parlorama.eu/). Resulta que uno de los vagos (y hay muchos) de la eurocámara es el candidato número uno del PP, Mayor Oreja que anda en el puesto 750 por trabajo de los 926 escaños. La hasta ahora eurodiputada aragonesa, Luisa Fernanda Rudi, está en el 583. La otra, la socialista Inés Ayala en el 168 de los currantes. El español que más trabaja es Raül Romera (IU) en el nº 7 seguido del socialista Manuel Medina en el 9. No me extraña que algunos de los que han visto por escrito su nivel laboral se mosquearan y quisieran impedir su publicación. Un argumento fácil más para quienes pasan de votar el 7 de junio a las europeas olvidando que, precisamente votando, se puede quitar el polvo a la casa que ha sido vital en la historia reciente europea, la fuente económica de buena parte del proceso de modernización de España en las décadas anteriores y una de las pocas maneras de poner coto a las ínfulas neo fascistas de algunos rincones europeos y de sus tristes líderes políticos.
Lo de la coherencia y elegancia (si pongo honradez igual me meto en un conflicto jurídico que un autónomo no se puede permitir) de algunos de los votados es otra cosa. Pienso en el silencio, mientras camina cabizbajo por los pasillos de las Cortes y el Pignatelli el consejero Boné, tan citado en las suculentas llamaditas telefónicas de Pinilla hablando de su imperio. Pienso en la desvergüenza de Trillo, responsable del desastre, las mentiras y los intentos de falsificación de actas como hechos probados en el Yak 42, que se escojona del dolor de las familias y el sentido democrático de la política, siendo aun diputado y portavoz de Justicia en el Congreso por su partido.
Vayan al teatro mientras piensan sobre si deben votar el 7J y no se pierdan una maravilla llevada a escena por el Teatro del Temple, en su quince cumpleaños, y dirigido por Carlos Martín, llamada El Público, seguramente el mejor, sincero y desgarrado texto teatral de Federico (García Lorca, por supuesto). En las taquillas nadie sabrá si pagan con dinero negro robado al pueblo y disfrutarán y sufrirán un sock emocional sin desperdicio, irrepresentable en la España que luego mató al autor. “La doctrina puede atropellar sin miedo las verdades más inocentes” se dice en la obra. Se refiere a otras cosas, pero me viene al pelo para dedicársela a los corruptos y a tres o cuatro cargos públicos.
Publicada en El Periódico de Aragón el 22/05/09