¿Cuál es el limite de un ser humano para llegar hasta el más lejano de los abismos y volver de él, completamente transformado? ¿Cuál es el motivo para empezar a caminar hasta él? ¿Qué desencadena la aparición del lado más terrible de un hombre? ¿Qué hace que otro acabe sometido a una feroz disciplina que lo destruya para siempre y sienta agradecimiento por ello, y felicidad por la sonrisa de su verdugo? Tarántula, de Thierry Jonquet, parisino de 1954, ávido lector de periódicos y uno de los principales autores franceses de novela negra, leído y premiado, da algunas pistas. Richard Lafargue es un adinerado, burgués, culto y prestigioso cirujano plástico dedicado a construirle un cuerpo nuevo a quien pueda pagarlo. Y, por lo visto, capaz de ofrecer también mentes nuevas sin recuerdos, aunque no lo quieras. Es viudo y padre una hija: Viviane. Es también, en apariencia, conviviente con Éve, una extraña, sometida, ansiosa, hermosa y joven mujer, a la que mantiene encerrada y preparada siempre para los grandes y caros lujos que le ofrece y para las grandes e inexplicables torturas a las que Richard le somete. Entregada solo a los afanes de sobrevivir merced a las pipas que Tarántula le ofrece cada noche, cargadas con las sustancias del olvido. Viviane está loca por algo que ocurrió en su vida y vegeta dolorosamente en los lapsos de tiempo que transcurren entre los ataques que empeoran su estado. Recuerda y le duele. Y queda un cuarto protagonista: Alex, un ladrón y macarra de poca monta, origen del conflicto y victima futura del horror de un trío que se convierte en cuarteto y que no acabará. El mismo irá, sin saberlo, en busca de un verdugo ávido y de un reencuentro mortal.
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Bajos instintos y respuestas sórdidas elaboradas por mentes brillantes. Y aún así, Thierry Jonquet, no escribe pensando en términos de thriller norteamericano. Escribe narrativa brillante, directa y contemporánea y enlaza los sentimientos y temores de estas cuatro victimas de su propio mundo, con las acciones de las que serán victimas, en caminos paralelos pero confluyentes. Un camino al desbarajuste mental humano que nace de la venganza. Una metáfora de la culpa. Una retorcida aventura de desprecios.