jueves, 7 de octubre de 2010

Everything but the girl, mi memoria emocional


Hay una banda que resume buena parte de mi biografía emocional. (Si cariño, lo que digo tarde si, tarde no, cuando lo pongo en casa). Ellos nacieron en 1982 y yo los descubrí dos años después, en una tarde triste sin motivo, en mitad de la adolescencia. Hasta hoy han definido mis estados emocionales sin sentido ni explicación. Una pareja cuyos sonidos básicos y brillantes fueron desde el intimismo mas frío hasta la ternura más benéfica.
Se llama Eveything but the girl (EBTG)
. Es una banda inglesa formada en la ciudad de Hull en el año 1982, compuesta por su cantante principal y en ocasiones guitarrista Tracey Thorn, y el guitarrista, teclista y vocalista Ben Watt. Pareja en la vida real e inteligentemente reacios a contar nada que no sea musical y a participar en la vida social como Stars.
Su nombre nace de un misógino slogan publicitario visto en la fachada de una tienda de muebles en su ciudad: "for your bedroom needs, we sell everything but the girl, (Literalmente, “De lo que tu dormitorio necesita, podemos venderte todo menos la chica. Esta frase había aparecido varias veces en boca de héroes del comic estadounidense cuando, perseguido por los malos, gritaba: “todo menos mi chica”).
Pero el resumen de esa memoria emocional (más allá de canciones políticas, Aute, Bowie, Queen, Lou Reed o The Cure),se concentra en un disco de junio de 1992 llamado Acoustic en el que incluyen versiones de Elvis Costello, Cindy Lauper, Tom Waits y Bruce Springsteen, además de siete canciones propias de una delicadeza extrema rozando la tristeza congénita. Un disco de proezas sentimentales y literatura cotidiana donde dos voces, una guitarra y unos arreglos básicos muy de esa década hacen maravillas. Al menos, con mi corazón. Tanto como para haber atesorado todos sus discos y haber elegido tres o cuatro canciones de este dúo para casi cada momento del día. No llega a mi obsesión con J.S.Bach o Jhon Coltrane, pero se aproxima.
EBTG también saben bailar y hacer bailar. La misma delicadeza y personalidad exhiben a partir de 1996 y Walking Wouded, su noveno disco, en sonidos dance y muchísimo más electrónicos que habían probado en la versión de Missing un disco antes. Un cambio vital en sus vidas privadas y varias colaboraciones con músicos de trabajan en otros parámetros estéticos como Massive Attack, hicieron el cambio.
Siguen vivos. Las buenas canciones son casi eternas.

Pincha su web oficial: www.ebtg.com