lunes, 10 de enero de 2011

Comprar arte, si podemos.


El arte nos hace la vida más hermosa. No es un axioma. Es mi apreciación personal. Estos Reyes Magos dejaron en mi casa algunas cosas. La más hermosa y más duradera es una pintura, en realidad un trabajo de pintura y collage sobre una excepcional foto antigua, obra de la artista Margó Venegas que Baltasar dejó para mi pareja sobre el sofá de nuestro cuarto de estar. Una obra perteneciente a una serie sobre fotos antiguas de artistas de la revista madrileña de los años 50. El placer de esa obra colgada en nuestra casa, y de otras apoyadas en las paredes que algunos amigos traen o algunos artistas nos han regalado, es muy grande.
Pero justo antes de echar la carta a los Reyes pidiendo un poco de arte estuve desesperado. ¿Donde se compra arte asequible en la ciudad, Zaragoza en mi caso?. Si, ya se que en las galerías, pero su oferta es la es, sus precios también y la dificultad, obvia para los no entendidos. En ZGZ hay nuevas galerías abiertas, tienen una tradición muy interesante y hacen un trabajo encomiable con los artistas emergentes y los consagrados. Algunas mantienen estable su presencia en ARCO y han demostrado una trayectoria admirable. Las nuevas demuestran su valor y su deseo de cambiar las cosas.
Pero no estoy hablando de eso ni soy un hombre con los recursos económicos suficientes para hacer del arte una sana costumbre a la hora de regalar.

Hablo de otra cosa. De la compra venta de arte para gente sin demasiados conocimientos pero suficiente sensibilidad (yo). De recursos económicos escasos o escasísimos después de la hipoteca, las facturas, el súper, la librería, los imprevistos, etc… aún asumiendo que el ahorro nunca ha sido una de mis virtudes. Tampoco sabría cómo ahorrar, que es verbo que conjuga mál con los autónomos como yo. Hablo de un lugar donde entrar, mirar, sentir, reflexionar y quizá comprar arte de artistas con valor, sentido y sensibilidad. Profesionales creativos que no pintan nada en una plaza donde se venden bodegones y caricaturas, que está muy bien, pero que necesitan de un publico ávido y potencial que tener artistas a su alcance y que aún no conocen.
Un ejemplo tonto. He comprado cinco o seis libros este mes. He ido a una librería. Si compro música, (si, a veces lo hago), voy a una tienda de discos. No he de buscar la mesa donde escriben los novelistas o el local de ensayo donde tocan los músicos ni la oficina de sus managers. Así que, no quiero tener que buscar los talleres de pintores y fotógrafos, quiero una tienda de arte, de calidad, asequible, de muchos precios que permita a los artistas vender, de modo compatible con las galerías, a la gente acceder al arte y al arte ser parte de la vida de cualquiera. Romper barreras. Democratizar la cultura, crear mercados.
O ¿qué?.