
En su voraz hambre destructora, los mercados financieros, los poderosos, ya están en las puertas de Moncloa. Y estos no hacen sentadas como nosotros y exigen por vías democráticas y pacíficas las reformas y el respeto a nuestros derechos. Estos no llaman. Estos entran y toman lo que desean. Y lo que desean ahora es todo. Mariano, enseguida Presidente Rajoy, les abre la puerta de par en par.
¿Quién se creyó lo de cambiar de gobierno a la derecha para cambiar el estado del país? Los votantes del PP? Los de CiU? Estos últimos han oído y visto esta mañana como su Govern y la coalición que les sustenta y a la que dieron mayoría en Cataluña también el domingo, acaban de subir la luz, el agua, y las tasas universitarias, despues de rebajar servicios médicos, educativos y prestacione sociales; anuncian que los sueldos de los trabajadores públicos en Cataluña se rebajan en enero e introducen el copago farmacéutico. No se dijo en campaña. Pero si 24 horas después de las elecciones.
Entonces, encarecemos escuela, universidad y servicios públicos y rescatamos y financiamos a la banca privada y subvencionamos a la operadoras telefónicas que anuncian a la vez miles de millones de euros de beneficios y miles de despidos. ¿Ese es el plan?
Pero… donde están la esperanza, la rebeldía, la autodefensa, la visión crítica de las cosas, el orgullo y la queja.
Se trata de algo más que de votar a un lado (sólo me cabe un lado). Se trata de practicar la democracia y los servicios públicos básicos sin los que un país no es un país con futuro, sino un país cochambroso.
El ataque de los mercados a la democracia básica no era tal desde hace siglos, aunque en España ni tuviéramos muchos modos de verlo. Y muchos de nuestros gobiernos están aceptando sin queja tales exigencias.
¿Tú que vas a hacer?