martes, 22 de noviembre de 2011

El ataque de los mercados (no es una peli)

Pues ya está, mayoría absoluta para hacer lo que deseen. Es decir, lo que digan Merkel y los mercados financieros, y todos los recortes que hasta ahora no se han hecho para desmontar el incompleto estado social que teníamos en España. Nos alejamos del modelo socialdemócrata nórdico para ser un poquito más yanquis, para terminar con el estado del bienestar y dejar paso a la caridad católica (véase Irlanda y su crisis) y sustituir la soberanía del pueblo por la de los mercados.
En su voraz hambre destructora, los mercados financieros, los poderosos, ya están en las puertas de Moncloa. Y estos no hacen sentadas como nosotros y exigen por vías democráticas y pacíficas las reformas y el respeto a nuestros derechos. Estos no llaman. Estos entran y toman lo que desean. Y lo que desean ahora es todo. Mariano, enseguida Presidente Rajoy, les abre la puerta de par en par.
¿Quién se creyó lo de cambiar de gobierno a la derecha para cambiar el estado del país? Los votantes del PP? Los de CiU? Estos últimos han oído y visto esta mañana como su Govern y la coalición que les sustenta y a la que dieron mayoría en Cataluña también el domingo, acaban de subir la luz, el agua, y las tasas universitarias, despues de rebajar servicios médicos, educativos y prestacione sociales; anuncian que los sueldos de los trabajadores públicos en Cataluña se rebajan en enero e introducen el copago farmacéutico. No se dijo en campaña. Pero si 24 horas después de las elecciones.
Entonces, encarecemos escuela, universidad y servicios públicos y rescatamos y financiamos a la banca privada y subvencionamos a la operadoras telefónicas que anuncian a la vez miles de millones de euros de beneficios y miles de despidos. ¿Ese es el plan?
Pero… donde están la esperanza, la rebeldía, la autodefensa, la visión crítica de las cosas, el orgullo y la queja.
Se trata de algo más que de votar a un lado (sólo me cabe un lado). Se trata de practicar la democracia y los servicios públicos básicos sin los que un país no es un país con futuro, sino un país cochambroso.
El ataque de los mercados a la democracia básica no era tal desde hace siglos, aunque en España ni tuviéramos muchos modos de verlo. Y muchos de nuestros gobiernos están aceptando sin queja tales exigencias.
¿Tú que vas a hacer?