miércoles, 14 de diciembre de 2011

Citizen. Teatro, pero no tanto.

¿Qué hay detrás del Imperio textil gallego que dirige A.O?
¿Quién es A.O. y cómo ha llegado a ser marca imprescindible en las más importantes ciudades del mundo?
¿Cómo se creó?
Y, sobre todo, ¿cuál es el precio?
La Compañía Chévere (Galicia) tiene una respuesta en forma de formidable propuesta teatral en el Teatro de la Estación de Zaragoza que ya se ha visto en varias ciudades, que se verá en otras y que no se verá en otras más. Se llama Citizen, un montaje para una actriz y un actor (magníficos) y una pantalla en escena.
Citizen es la biografía no autorizada e inventada de un per­sonaje real llamado Amancio Ortega, dueño de Inditex, grupo nacido a partir de Zara. Una buena discul­pa para hablar, ironizar y cuestionar los efectos de la globalización en relación con nuestras identidades individuales y colectivas. Citizen habla de la construcción de un imperio económico desde la periferia, de cómo utilizar lo que nos ofrece la historia en benefi­cio propio, de cómo se construye la realidad como si se tratase de un culebrón. De cómo se tiene un objetivo y se cumple en línea recta y sin mirar los caídos.
Se inspira en el Citizen Kane de Orson Welles, la historia de Charles Foster Kane, un empresario norteamericano de la comunicación que llegó a ser una de las personas más ricas y poderosas del mundo en el primer tercio del siglo XX. Compañía Chévere transforma en una formidable propuesta teatral la historia de A.O. empresario gallego del textil que se convierte en una de las personas más ricas del mundo en el último tercio del siglo XX.
Mediante un sistema de entre­vistas en directo y proyectadas en una gran pantalla, se ve el fin el comienzo de la supuesta historia personal e íntima de A.O. cuando es difícil separar la realidad de los sueños pero cuando ya sabe exactamente a dónde quiere llegar, y el contexto donde todo eso ocurre.
Citizen no oculta el trabajo de miles de mujeres anónimas en talleres semiclandestinos durante los 80 y 90 que permitió el crecimiento y la expansión inicial de Zara. Y habla de la crisis económica, del colapso del capitalismo y del fin de la globalización. Forma parte de una terna de espectáculos relacionados del que ésta es la primera parte y que a veces se han visto unidos. Aunque no hay muchas oportunidades.
Refrescante y atrevida, más allá de que teatralmente es magnífica y a algunos el placer del teatro nos sigue pareciendo imprescindible.