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Kim Schmitz, fundador de Megaupload |
Vale, el FBI (deorigen fascista y prácticas militaristas rozando el fascismo pese a la propagandadel cine) ha cerrado Magaupload. Nos han presentado a su fundador como un tipodesagradable, feo, maleducado y millonario en plena crisis en un ejemplo deviejo marketing oficial donde los guapos son perdonados y los feos, culpables yen el que su mansión alquilada en Nueva Zelanda es un insulto para nuestra pobrezay nuestros pisos IKEA. Y tú (o yo, o la otra) va y se lo cree. Pues no, yo no.Aunque me equivoque. Yo soy cliente deMegaupload a un precio asequible, o lo era hasta que el FBI ha mandado parar.Pagaba cada trimestre por una velocidad y calidad en la imagen y por uncatalogo de cine (muy poco Hollywood me he bajado, más bien cine en versiónoriginal inencontrable, que la gente colgaba para compartir la cultura). Y voya seguir diciendo compartir cultura, cliente y precio asequible. Y no, no voy adefender al listo fundador, pero tampoco a justificar la práctica oficial denegar las descargas y mantener la cultura con IVAS indecentes y a la industriacon precios aún más indecentes donde el último beneficiario es el artista y elcreador. Incluso peor tratado que el consumidor. Un CD, 24 € y un libro, 20€con suerte. Último ejemplo: ayer busqueen una tienda una grabación de las Suites Francesas de Bach: 34 €. ¿Pero de queme vais? Las ha grabado una orquesta pública pagada con impuestos con unapartitura de un tipo muerto hace 4 siglos. No española claro, que aquí la músicano pop no le importa una mierda a casi ninguna institución.
La industria esvieja y mala, como la bruja de los cuentos. No se entera (porque le aterracambiar sus prácticas antiguas que le han hecho tan rica y poderosa) de quedebe si o si cambiar su concepción infantil de la cultura yuna idea errónea de cómo son, e incluso de quienes son los artistas y para quésirven.
La circulación libre de la cultura es una exigencia democrática yun instrumento que puede llevar a una sociedad a un estadio superior de civilización.La red permite que la circulación de los fenómenos culturales, también labazofia, circulen como el cierzo en el mes de marzo. Además, los usuarios decultura tienen derecho a generar nuevos modos de comportamiento y consumo (tambiéncreación) del hecho cultural de un país.
Del mismo modo si nadie financia la cultura, esta no desapareceráporque las manifestaciones artísticas y creativas siempre serán un hechoconsustancial a la raza humana, pero pueden quedar relegadas al capricho de unrico o el consuelo de un perdido. Es gracias a la intervención del estado(democrático y sin recortes) cómo la cultura ha llegado a ser universal yhabitual, y convertida en instrumento de evolución social y humana, generadorade riqueza, de empleo, impulsora del hábito turístico y hasta transformadora deviejos y malos hábitos urbanístico en las ciudades. Y de algún sitio habrá quepagarla. Los músicos deben vivir de sus conciertos, los cineastas deberánencontrar como pagar el cine, entre otras cosas de quienes lo consumimos, ytodos deberemos encontrar otro modelo, de generar cultura e intercambiarla.
La tecnología ha puesto de manifiesto que la misma y hoy obsoletaindustria (discográficastiburón y grandes empresas de exhibición a los que la cultura se la sudabaporque solo creían en el negocio del ocio), que fue feliz en el cambio desoportes porque abarató costes y subió precios que no redundaron en loscreadores, hoy está asustada porque le birlan el negocio en los morros.Entonces pensó en el dinero, no en la cultura. Hoy hace lo mismo. El precio delos productos culturales en España es abusivo, diría que insultante. Justo enla misma medida en que a la gente se nos ha acostumbrado a no valorar elesfuerzo, la creatividad y la fortuna de tener una sociedad llena de creadoresy a despreciar a artistas como si todos fueran Ramoncin (perdón por lo de artista) oamigos en sus corruptelas del yerno del rey, como el ex pte de la SGAE. ¿Porcierto, alguien sabe cómo va el caso?
Y son los medios masivos, propiedad que los mismos grupos o al revésde distribución de la cultura de masas, los que filtran la información sobreMagaupload, que se hizo grande en la red sin que ningún periódico, radio,revista o tv oficiales o de grandes grupos diera señales en sus contenidos deque ésta existía. Informan en contra de la libertad de circulación de loscontenidos culturales que les birlan en la cara. ¿La casa alquilada de Kim Schmitz, másconocido como "Kim Dotcom? Cinco tiene Mandonna y variasBunbury. Y Miami lleno de artistas de éxito y pocos impuestos. ¿y qué?
Hemos de ser capaces de buscar un punto intermedio que respete losderechos de los internautasy a los creadores. Los derechos de autoría deben morir con el autor o autora,la tecnología debe facilitar la creación y la difusión, el estado debe ayudar ala creación como enseña de un país (EE.UU no sería ni su sombra sin su cine ultraprotegidoy megasubvencionado)e invertir en educación para que podamos apreciar el hecho cultural. No cerrarredes ni enfrentar sectores ni consagrar la propiedad privada del saber. Y porcierto, el popy las series de TV,reyes de las descargas, no son toda la cultura. Ahora, pregúntenseporque los proveedores de internet están tan calladitosen este fundamental debate convertido en bronca descomunal.
Tal es el desbarajuste contra los contenidos culturales eninternet que el juicio contra Schmitz puede durar, si cumple con todas las garantíasprocesales ¡!! varios años. Porque no saben ni cómo cogerlo.
¿Por qué no mejor sepreocupan los estados de mejorar el nivel cultural de la población, tan bajo?Amigos, eso es para otra entrada.
Uff, que a gusto me hequedao!! Y perdón por la extensión pero esto no es nada contra el bombardeo mediático.