
La Comisión Europea está estudiando medidas que reduzcan este derroche en el sector de la fabricación, en el de la alimentación al por menor y al por mayor y en el sector de la restauración y del catering. Algunas empresas acceden a donar sus excedentes a organizaciones de ayuda social o al Banco de Alimentos. Pero las medidas más importantes tendrán que solucionar el problema del consumo excesivo de los particulares, incitados sin cesar a consumir compulsivamente.
Europa tiene 70 millones de personas viviendo en la pobreza.