domingo, 9 de diciembre de 2012

Otra vida paralela*

Cuando las instituciones fallan, existe una vía paralela. Frente a las mentiras oficiales, hay una verdad paralela. Frente al robo de recursos y el cierre de servicios, hay una actitud paralela. Y frente a TVE está la red.
Pasa con la vida, cada vez más laica, y un gobierno empeñado en la vuelta a valores nacional católicos hasta el punto de imponer el dogma religioso en la escuela y suprimir a los ateos de la encuestas del CIS. Pasa con el desánimo generalizado y la realidad palpable de una economía desastrosa y el empeño oficial de decir que no estamos tan mal.  La realidad televisiva, el glamur de las series y los platós vespertinos con la calle apurada para subsistir. Con los anuncios de consumo frente al aspecto ruinoso que vamos teniendo. Con el discurso del emprendedor y las normas anti emprendimiento y el abandono de la Universidad como el de un objeto obsoleto. Pasa con el ridículo cotidiano de Rubalcaba y las esperanzas progresistas en la calle que le dan la espalda por minutos mientras esperan una señal. O la sicótica transformación de José Ignacio Wert que pasó de intelectual liberal a obsesivo neo falangista educativo. Pasa con las sonrisas de Rudi y su afirmación enfermiza de que “nunca he creído en el empleo público” y la destrucción del privado o el hecho de que ella nunca haya sabido qué es emprender o montar empresas. La sicosis de Rosa Díez y su desprecio por “la clase política” como si ella fuera fontanera y no llevara 30 años en el cuento. O con las colas para cenar en los comedores sociales y dormir en un albergue cuya atención ya triplica su capacidad y los fastos y exhibiciones del poder a cuenta de sus supuestos esfuerzos. O con los discursos sobre la formación y el abandono del frágil sistema público educativo y la Universidad a favor de la escuela privada enmascarada en la concertación. Y con el retroceso de Teruel pese a los discursos bielístas del insostenible Motorland. Y pasa con la sistemáticamente violada e incumplida Constitución y las tontadas organizadas el pasado jueves para que Rajoy, Rubalcaba y la monarquía celebren un texto histórico al que desprecian cada segundo de su vida política a la que se agarran como lapas.

Sobre cada asunto que pueda proponer o citar, existe una vía paralela de subsistencia y acción: las invisibles y vitales redes de solidaridad entre vecinos, familias y amigos; la economía sumergida, la alternativa y la del trueque; la cultura tuperware, los contenedores, la caridad (la buena y la mala), la solidaridad y el hambre frente a los recortes y expolios; la penumbra domestica frente a las exigencias de las eléctricas; el resurgimiento de la cultura, redes y proyectos alternativos frente a los recortes y el aplastamiento cultural oficial en una sociedad infantilizada intelectualmente; y los ecos en twiter, la blogosfera y los medios alternativos frente a los telediarios.
A la realidad oficial -que ha empezado a ser roída por la paralela como los muebles viejos con termitas- le pasa como a los imperios y los amores: cuando desaparece la idea sobre la que fueron construidos y se forjó su resistencia, se  derrumban.  Un día abrimos el armario –como en Nárnia- salimos de él y un gran león nos está esperando. Y observen, porque frente a las disposiciones y atracos gubernamentales, hay una rebelión paralela. A ver si llega en plan cierzo y avienta unas cuantas cosas.
*Publicado en El Periódico de Aragón el 9 de Diciembre de 2012