martes, 17 de diciembre de 2013

Porqué y Otro. Dos personajes despreciados.*

*Palabras pronunciadas para abrir las 11 Jornadas sobre "La Otra Historia" de la aa.vv Venecia de ZGZ el 16/12/13.
 
Voy a contar un cuento:
Erase una vez dos personajes despreciados en la historia oficial. Uno se llamaba Porqué. El otro se llamaba Otro.
Estos dos personajes eran compañeros de viaje en la senda de la comprensión. Iban desaparrados y hambrientos en busca de su vieja amiga Verdad, despreciada por los siglos de los siglos y solo capaz de dejarse ver en ocasiones tras arduos intentos de visibilidad.  Iban hollando los caminos, colándose por grietas estrechas, resbalando por laderas laterales y cantando a oscuras por pedregales sin sombra. Sin rumbo pero con horizonte.
En sus caminatas se encontraban siempre a seres azulados, espectros transparentes y sombras negras que les hacían la vida imposible. Los azulados eran peligrosos pero los transparentes más, porque a éstos no se le veía venir. De vez en cuando se encontraban, escondida en la vereda, a Buenaintención, acompañada siempre de Superficial y de Mito. Superficial era una chica banaaaal, modernaaaa, enrolladaaa y muy, muy cómoda. Buena gente pero, casi siempre un incordio. Mito era un chicarron de aspecto invencible, fuerte, alto, de los que quieres que sean tus amigos porque lo tiene todo superclaro y jamás dudan, de los que hacen que te sientas seguro en su abrazo. Pero Mito era también de los que nuuuunca te lo ponen fácil para ver la verdad por su aplastante costumbre de asegurarlo todo sin explicar nada. Buenaintención iba siempre tras ellos, queriendo agradar a todos, no salpicar a nadie y abandonando las cosas, así, pelín polémicas. Aunque a veces Porque y Otro se preguntaban ¿polémicas? ¿Para quién?
El caso es que Porqué y Otro seguirán vagando siempre por tortuosos caminos en busca de Verdad y siempre, siempre nos harán falta. No como personajes despreciados en los cuentos, sino como los protagonistas cuando se narre la historia.
Esta tontada me sirve para no intentar un imposible parecido con los ponentes de la Jornadas de la Otra Historia de este año: (Carlos Forcadell, Julián Casanova, Irene Murillo, Agustín Sánchez Vidal, José Luis Ledesma Vera, Jesús Cirac Febas, Iván Heredia Urzaiz y Amadeo Barceló. Los ponentes y sus perspectivas.)

Y para explicar que, de lo que se trata en mi opinión, es no solo de rescatar la historia que no se escribió y de anular las mentiras que siguen perpetradas como verdades absolutas, incrustadas en la mitología y la ignorancia de la gente. Sino de escribir la historia verdadera de las gentes. Frente a reyes y tratados institucionales y las guerras o falsas paces que desataban, escribir la vida de la gente que moría por y en ellas y por qué; De cómo cambia la vida de la gente con la escritura y la posibilidad de leer y por qué; Cuando empezamos a dejar de ser vasallos y súbditos para ser ciudadanos y por qué; Como ellas seguían siendo súbditas ante la ley y la vida cotidiana y por qué;Cómo era la vida de los productores que producían sin comer;  de los vencidos que caían ante un poder que no llegaban a identificar siquiera; de los pobres y las razones verdaderas de su pobreza; de las fronteras y banderas y a quien sirven; de las mujeres y su inexistencia; de los homosexuales que no existíamos hasta que creyeron que éramos una tarjeta visa muy colorida; de los sistemas educativos, de la relación de la humanidad con los otros animales, del origen de las religiones que aún actúan como yugo contra el pensamiento…Y el por qué de todo eso.
Y, claro, de la Guerra de España que no fue una guerra entre dos mitades de españoles sino un plan y un objetivo cuyos muertos de un lado aún esperan en la cuneta en una democracia que tiene miedo a recordar y a dar voz a estos dos personajes de mi cuento chorras. Las cosas no pasan, son pasadas, hay una causa y una consecuencia de todo.
Esta es una idea esencial para mí. La misma que en el periodismo verdadero, sus seis preguntas básicas, en este orden literario pero no de importancia: qué, quien, como, donde, cuándo y por qué. Sin el por qué que desentraña el origen, desarrollo y objetivo de un suceso no se puede escribir la historia y, mucho menos, entenderla ni hacerla entender. Tampoco entender el presente o dibujar un futuro común.
Y sin ponerse en la piel del otro y en la perspectiva del otro, tampoco puede llegarse a un dato o una consideración que se aproxime a la verdad. Hay una plusvalía intelectual y emocional que se les debe y que se nos debe a todos esos otros. Las cruzadas sobre el moro son otra cosa si les preguntas a los moros. La razón de las cuchillas en las vallas de Melilla se entiende perfectamente si preguntas por las aspiraciones de los que esperan saltar y piensas en nuestro modo de vida. La vida real no se cuenta sin la perspectiva de las mujeres. Y la experiencia de los sin nada no se entiende sin los privilegios de los dueños de las cosas.
 
Virginia Woolf en Una Habitación propia dice que durante siglos “las mujeres han sido espejos dotados del poder de reflejar la silueta del hombre a tamaño doble del natural”. Y que los “espejos son imprescindibles para toda acción violenta o de poder porque sin ellos los Hombres dejarían de agrandarse. Si las mujeres se ponen a decir la verdad, lo que ellas ven, la robustez del hombre se disminuye”.“Como van hacer leyes, conquistar territorios, firmar tratados y hacer discursos si a la hora del desayuno y la cena no pueden verse más grandes de lo que son”.
Virginia Woolf escribió en esa obra maestra de la ironía y el análisis literario feminista que os digo: Una habitación propia, en 1928. Ahora cambiemos hombre y mujer por “los que escriben” y “los que son escritos” y tenemos una posible respuesta a un par de porqués.
En la perspectiva del otro todo cambia. Cambias un paradigma y cambias el mundo. Al fin y al cabo, un punto de vista no es más que la reducción de la perspectiva y la historia oficial es una historia que viene a ser la que casi nadie ha vivido pero la que casi todos han creído. La otra historia forma parte de la necesidad de disputar el poder político a los dueños de las cosas, de crear un nuevo corpus, “una mística de izquierda” en palabras de Michel Onfray, nuevas ideas expandidas y una memoria común para entender el presente y protagonizar el futuro.
El profesor Julián Casanova escribió hace unas semanas en su blog: “Nada hizo la transición a la democracia por recuperar su lado más positivo, el de sus leyes, reformas, sueños y esperanzas, metiendo en un mismo saco a la República, la guerra y la dictadura, un pasado trágico que convenía olvidar. Para muchos españoles, el rechazo de la dictadura y de las violaciones de los derechos humanos no ha formado parte de la construcción de su cultura política democrática. Parece que estemos en un eterno debate y, en realidad, seguimos rodeados de miedos y mentiras.”  Yo no puedo decirlo  mejor, desde luego.
Otro y Porqué siguen queriendo ser actores protagonistas del drama de la historia. Vamos a regar un poco también este año los brotes de la historia no escrita aún con la ayuda de los ponentes y del teatro, al que casi nadie se acuerda casi nunca de ir y que actúa como un espejo que refleja la vida un paso más allá y un poco más adentro.
Gracias y que aprendamos y pensemos mucho.