miércoles, 11 de junio de 2014

Manifiesto por la Escuela Pública

* Texto escrito en Zaragoza para la Fiesta Reivindicativa organizada por la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública de Aragón el 11 de junio de 2014

Nuestros hijos e hijas ni reciben ni quieren recibir asignaciones de 100mil euros anuales a los 9 años. Nuestros hijos e hijas necesitan un sistema educativo público de máxima calidad, creciente en el tiempo y estable en su definición y en su financiación. Sin embargo, no solo no lo tienen, sino que sufren el abandono paulatino, sistemático y militante de una administración que, lejos de asegurar el servicio básico que una democracia moderna exige, lamina sus estructuras y roe cual termita insaciable la escuela de todos y todas para todos y todas. Esto es tan sencillo como apostar por un modelo universal y público democrático, o hacerlo por una red de privilegio para privilegiados;  tan fácil como generar un sistema diseñado para el presente y el futuro o un sistema para separar por clases sociales a los niños y dividir la sociedad coartando sus oportunidades y su talento, negando la igualdad a los iguales y negando las necesidades de los desiguales para conformar una sociedad de veras democrática.
Podríamos apelar a la ilustración, a Rousseau, a Montequieu, a Flora Tristan, a Jhon Dewey, a Ortega y Gasset, a Ramón Acín, a Fernando de los Rios, a Celestín Freinet, a Machado, a Miguel Servet, a Erasmo de Rotterdam, a María Moliner, a Tolstoi o a Joaquín Costa. Todos y todas ellas teorizaron y llevaron a la práctica la idea de una escuela universal y laica asentada en valores democráticos, atenta a la diversidad y capaz de superar las desigualdades de origen que tuvieran su explicación en la clase social, el territorio o el género. De ese modelo en el que trabajamos, ese modelo al que llevamos a nuestros hijos e hijas, de ese modelo que defendemos como ciudadanos y ciudadanas para construir un país y un mundo mejor, estamos orgullosos. Muy orgullosos. Pero junto al orgullo, lloramos y denunciamos su abandono.
La clase política elitista que ocupa el Gobierno de Aragón pronuncia palabras que en su boca pierden todo su significado. Habla de educación, excelencia y progreso pero no saben qué significa ninguna de estas tres cosas. Ni una cuarta llamada justicia, ni una quinta llamada igualdad. Con sus palabras dicen: calidad, apoyo, prioridad, formación. Con sus hechos perpetran abandono y una decidida apuesta por la privatización, son carcoma royendo nuestra escuela, ingenieros del desastre con el esfuerzo y el sufrimiento ajenos que se llevan los recursos públicos de todos a la escuela de los privilegios que ellos llaman concertada, y que cambian las letras, la filosofía y la ciudadanía por un dios y sus leyendas, y las oportunidades por la condena.
No apelamos sin embargo a las figuras de la ciencia y el pensamiento que hemos citado. Se lo ponemos mucho más fácil dada la demostrada incapacidad de los gestores públicos de la escuela. Les damos las claves:

1. Queremos una escuela pública aragonesa de todos para todos que reconozca en su gestión y enseñe en sus esencia, los valores de la participación;
2. Queremos una escuela pública aragonesa que entienda que la salud también se defiende y enseña en las aulas y los comedores, y que asegurar la educación de calidad pasa por asegurar la nutrición de los niños y niñas cuyas familias ustedes han hundido con su servicio a un devastador mercado;
3. Queremos una escuela pública aragonesa acorde con los tiempos, europea, laica, multilingüe, con el personal suficiente y suficientemente preparado para desarrollar con los criterios pedagógicos y científicos más modernos. En el aula, en el patio y en el comedor;
4. Queremos una escuela pública aragonesa con libros, espacios, transporte material, tecnología y centros suficientes en los barrios viejos y en los barrios nuevos, para vadear las necesidades cotidianas necesarias y formar ciudadanos y ciudadanas democráticos antes que productores; sin distinción por origen, raza, género, personalidad ni territorio y vinculada a su comunidad humana.
 
Si lo han entendido, consejera Serrat y Presidenta Rudi, acepten y financien. Y dediquen sus esfuerzos a ello, no a destruir lo que ya habíamos logrado. Si no lo entienden (que nunca se sabe) o no lo aceptan, dimitan. Váyanse. Fuera. Porque no toleraremos más ataques a la escuela pública ni su disimulado pero obvio intento de convertirla en un gueto para la subsistencia de desfavorecidos, con una escuela para dirigentes y otra escuela para dirigidos, un sistema público educativo en proceso de desguace y maquinaria de selección social cuyas consecuencias más siniestras se verán a más largo plazo. Nos han robado 160millones de euros de la escuela pública. Tráiganlos de vuelta. La democracia de verdad no lo puede tolerar. Nosotras y nosotros tampoco.
Se lo diremos en inglés: A public school, universal and for everybody for a modern and democrat country.  Inglés aprendido antes de que ustedes nos dejaran a medias.
Se lo diremos en francés: Une école publique pour tous, pour un pays moderne, démocratique et juste.  Aprendido antes de que pensáramos que sería el idioma de nuestra subsistencia cuando nos echan del país.
Se lo diremos en aragonés que ustedes llaman lapao para vergüenza generalizada Amenestemos una escuela ta todas y tozs ta fer un moderno, democrático y chusto país. Aprendido en la escuela rural que nos están cerrando.
Y se lo preguntaremos una vez más, presidenta y consejera:
¿Lo entienden? Bien. Pues actúen y financien.
¿No? Pues váyanse.
No las queremos así a ninguna de las dos. Lo que queremos es una escuela pública para todos y todas y de todos y todas.
**Foto: FAPAR