martes, 22 de noviembre de 2011

Un juego para la esperanza

He oído esta tarde un trocito de una entrevista a Eduard Punset en RNE-1. Solo el comienzo, no pude escuchar el resto. Acaba de publicar un libro que ha llamado Viaje al Optimismo, con cierto cariz político que nos hace mucha falta. Empezó su intervención con una afirmación de su “amigo Steve (el tráfico en la calle me impidió oír bien el apellido), profesor de Harvard, según el cual la violencia está descendiendo rápidamente en el mundo y aumentando las acciones de solidaridad” y epatía entre los humanos, las muestras de colaboración. Somos aún víctimas, por lo visto, de viejas percepciones que nos enseño el pasado pero que ya no son acordes con la realidad.
El siglo XXI ha empezado en forma de desastre, pero el XX fue peor. El XX tuvo los fascismos, las dos guerras llamadas mundiales, el nazismo, el estalinismo… pero el XIX fue peor. En el XIX la humanidad vivía en sistema políticos y económicos post medievales, la democracia era una quimera (aún más que ahora), la lucha de las mujeres, objeto de risa y represión…
Estas consideraciones ya son mías. Pero es que enseguida pensé en un sabio que refleja como pocos las ideas en la historia de Europa y al que Europa maltrató siempre, Ernts Bloch, un alemán apátrida que escribió, entre muchas cosas, dos volúmenes llamados El Principio Esperanza. La tesis es sencilla y él la avala narrando las ideas, movimientos, sueños y utopías, consideradas hoy normales, que en su día fueron locuras que han cambiado para bien el mundo (muchas de ellas solo realidades primermundistas pero que alimentan luchas y hálitos de vida en el resto del planeta).
Eso nos mantendrá vivos y con ganas de no rendirnos ante las mierdas del mundo; la constatación de que a las mierdas que hemos de combatir las rodean las bondades, el espíritu colaborativo, el deseo innato de la superación, la imitación de la naturaleza que mantiene su equilibrio, la razón frente a las sombras y los prejuicios místicos…
Propongo un reto personal con el permiso de Bloch y Punset. Al lado de cada mierda, horror, desastre y barbarie que constatemos en el mundo, podemos colocar al menos dos bondades y progresos del mismo nivel hasta el infinito contable. Incluso hoy ante el desastre. Porque la humanidad siempre lo habrá pasado peor antes.
Esta idea no puede hacernos perder ni un ápice de nuestro espiritu crítico, pero tampoco podemos cegarnos con pensamientos negativos porque, para empezar, estaría mermando nuestra capacidad de pelea y de avance.

El ataque de los mercados (no es una peli)

Pues ya está, mayoría absoluta para hacer lo que deseen. Es decir, lo que digan Merkel y los mercados financieros, y todos los recortes que hasta ahora no se han hecho para desmontar el incompleto estado social que teníamos en España. Nos alejamos del modelo socialdemócrata nórdico para ser un poquito más yanquis, para terminar con el estado del bienestar y dejar paso a la caridad católica (véase Irlanda y su crisis) y sustituir la soberanía del pueblo por la de los mercados.
En su voraz hambre destructora, los mercados financieros, los poderosos, ya están en las puertas de Moncloa. Y estos no hacen sentadas como nosotros y exigen por vías democráticas y pacíficas las reformas y el respeto a nuestros derechos. Estos no llaman. Estos entran y toman lo que desean. Y lo que desean ahora es todo. Mariano, enseguida Presidente Rajoy, les abre la puerta de par en par.
¿Quién se creyó lo de cambiar de gobierno a la derecha para cambiar el estado del país? Los votantes del PP? Los de CiU? Estos últimos han oído y visto esta mañana como su Govern y la coalición que les sustenta y a la que dieron mayoría en Cataluña también el domingo, acaban de subir la luz, el agua, y las tasas universitarias, despues de rebajar servicios médicos, educativos y prestacione sociales; anuncian que los sueldos de los trabajadores públicos en Cataluña se rebajan en enero e introducen el copago farmacéutico. No se dijo en campaña. Pero si 24 horas después de las elecciones.
Entonces, encarecemos escuela, universidad y servicios públicos y rescatamos y financiamos a la banca privada y subvencionamos a la operadoras telefónicas que anuncian a la vez miles de millones de euros de beneficios y miles de despidos. ¿Ese es el plan?
Pero… donde están la esperanza, la rebeldía, la autodefensa, la visión crítica de las cosas, el orgullo y la queja.
Se trata de algo más que de votar a un lado (sólo me cabe un lado). Se trata de practicar la democracia y los servicios públicos básicos sin los que un país no es un país con futuro, sino un país cochambroso.
El ataque de los mercados a la democracia básica no era tal desde hace siglos, aunque en España ni tuviéramos muchos modos de verlo. Y muchos de nuestros gobiernos están aceptando sin queja tales exigencias.
¿Tú que vas a hacer?

miércoles, 16 de noviembre de 2011

He visto morir a Federico

He visto morir asesinado a Federico García Lorca. Ha sido en el teatro, el lugar donde las pasiones se sienten más intensas y las emociones se enredan a tus zapatos mejor y más que en cualquier sitio.
Acaba de ser detenido por la Guardia Civil en Granada, en la casa de su amigo el poeta Luis Rosales y su familia que milita en la Falange. Ha sido llevado, tras dos días encerrado en el Gobierno Civil, a la Colonia de Viznar, Granada. Un poco antes del amanecer lo sacarán a golpes y le darán “dos tiros en el culo por maricón”, un rojo señorito, traidor a su clase, poeta, dramaturgo, culto, universalista… toda una rémora de pecados imperdonables.
Pasa esas horas hablando a solas y con otros dos detenidos, un viejo maestro y un banderillero. Y conversando con sus propios personajes, en una mezcla de ensoñaciones y veras, que vienen a imprecarle, a apoyarle, a cuestionarle y hacer ver si su vida fue o no la correcta y si lo fue su arte. Y no lo fue, no se mojó lo suficiente y no vio a tiempo la debacle universal que se cernía sobre España, piensa de sí mismo.
Es un montaje sencillo, clásico, básico, lleno de ternura y referencias a su obra (mejora mucho más la cosa si además conoces sus obras y sus poemas) donde Bernarda Alba (la tiranía), Mariana Pineda (la libertad, el compromiso, la razón) Doña Rosita la soltera, (la emoción , la poesía) las mascaras sin pudor (de su gran obra inconclusa El Público) la gran pagana (el pensamiento laico y racional de Yerma) o algunos grandes poemas del Romancero Gitano o Poeta en Nueva York , mezclados con el teniente de la Guardia Civil o condenados como él, repasan España y su desmán y piensan donde están el compromiso y al implicación.
Es un montaje (sencillo, ya digo) del Teatro del Norte -de Asturias- que he visto en el Teatro de la Estación de Zaragoza la mañana del miércoles 16, rodeado de alumnos y alumnas de secundaria que no parecían haber ido nunca al teatro. Y entre ese “rumor de sangre joven” que diría Federico he vuelto a sentir el valor de las palabras justamente dichas, la necesidad de la enseñanza universal y laica y la valentía de la libertad. Y a recordar por qué amo a Lorca y sus teatro y sus versos de poeta perdido en su universo que sabe contar el mundo de la libertad y que escribió sin saberlo hasta su propia muerte.

martes, 15 de noviembre de 2011

Malditos tecnócratas

Un tecnócrata es aquel (aún hay pocas aquellas) que supuestamente ejerce una enorme influencia técnica en la toma de decisiones o que dirige una organización sólo desde el punto de vista técnico sin dejarse influir por más razones. Eso han decidido para Grecia e Italia, y para los que vendrán, para el Banco Europeo y para buscar salidas a esto que llaman crisis generada por los mercados y de la que los mercados no nos dejan salir, los mismos mercados.
Pero hay tanta falacia en la definición cómo peligro en la decisión. Asumirlas es como aceptar que los técnicos son asépticos, que las canciones no tienen mensaje, que las personas pueden ser apolíticas (aunque sean apartidistas), o que la tele es buena o mala. Es aceptar que no hay contexto, circunstancias ni opciones. O que los tecnócratas, que es en lo que estamos, no tienen ideología y que por tanto sus decisiones no tendrán origen ni implicaciones políticas. Y esos es como querer respirar cuando estás muerto.
La tecnocracia implica de por sí una ideología muy conservadora y neoliberal. No entiende de implicaciones humanas, sólo ve números y responde al deseo de los mercados de quitarse del medio todo eso que les ha condicionado durante décadas gracias a la política: pensiones, coberturas sociales, políticas de protección, políticas ambientales, políticas de integración e igualdad, respeto a las opiniones y la disensión, estado del bienestar, concepto humano y humanista de la producción y los productores, intereses cívicos y territoriales, reparto de la riqueza, igualdad de oportunidades o carácter social de la cultura y la cultura misma que no puede comprarse. Intereses humanos sería un buen resumen.
Es decir, los tecnócratas se llevan todo eso por delante porque “sólo” ven técnicamente lo que hay que hacer y lo hacen. La nueva cara del fascismo que pasa por la fe neoliberal de la economía y el capitalismo.
¿No son estos tecnócratas en sus viejos puestos los que se han llevado por delante el mundo?

lunes, 14 de noviembre de 2011

Guía para mantener un huerto urbano

Mis amigos Yolanda y Javi son expertos en horticultura urbana y cultivos biológicos. Convirtieron nuestra obsesión en compromiso militante y éste en oficio, y crearon El Balcón Verde, un blog y una web dedicados a difundir ésta práctica en y por el mundo y a mejorar la intención de quienes queremos en los jardines, terrazas, balcones y ventanas, un lugar para la comida verde sana y un tiempo para la alimentación consciente. Tienen también tienda on line de productos de horticultura. Y ahora, además, una guía editada en papel que se publica como libro solidario para proyectos de cooperación y que acaba de salir a la venta al precio de 8 euros.
Se publica junto a la vieja fabula de Gionó El hombre que plantaba árboles, el cuento de entreguerras que transforma un erial habitado por personas desesperadas y miserables en una tierra fértil gracias al compromiso y la insistencia de un solo hombre y su reparto de semillas en medio de una vida sobria y sostenible.
Os pongo el enlace del blog donde Yolanda cuenta la historia, y se puede ver la portada del libro:
http://elbalconverde.blogspot.com/2011/11/nunca-lo-habria-imaginado.html
Pon un huerto en tu vida.
Mis lechugas y mis escarolas están ya deslumbrantes. Y saben a lechugas y escarolas.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Democracia out

Hace mucho que la gente ya no manda. Ahora ni influye apenas. Y además, no se molestan en disimularlo. Dos gobiernos de la UE han sido modificados sin que la decisión fuera tomada por sus pueblos, sin elecciones, y con nulo debate, impedido por los poderes en los últimos tiempos. Los mercados desean, los mercados obtienen. Y se expresan por ese maldito oráculo llamado Bolsas que no es que no sepa nada de la democracia sino que le molesta la democracia.
Es verdad que Italia tenia al frente de su gobierno a un payaso fascista que ha destruido la esperanza, la posibilidad de regeneración social y las estructuras democráticas del país. Pero lo habían elegido, sin que pueda entender cómo, los italianos y las italianas. El presumible nuevo presidente es ex director del Banco Central Europeo al que debería caérsele la cara de vergüenza por su gestión. Es además, el lujo de la demagogia y el cinismo en su cara más obscena, ex asesor del banco Godman Sachs , en el que reside un “trocito” de la culpa del desastre que pagamos los humanos normales que devenimos en pobres del primer mundo. Y no lo ha elegido el pueblo.
En Grecia, un presidente electo se va avergonzado (y no me extraña) pero se queda su vicepresidente al frente de las finanzas y se suben al carro la más triste oposición que nunca tuvieron. Y nadie lo ha votado.
En ambos casos el debate no ha existido: los medios de comunicación que tienen dueño, a la deriva con las más cambiantes, tendenciosas y poco investigadas informaciones; las oposiciones parlamentarias con la cara mirando al tren; y los pueblos… buenos los pueblos sin enterarse de nada (algunos no quieren, la mayoría lo tiene vedado).
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar… pero la democracia y los pueblos soberanos, esos, esos donde coño están.


Hemos vuelto al despotismo ilustrado (con escasa ilustración) en el que la élite dirigente que tiene los recursos decide lo que se debe hacer.
El 20 N vota, rompe sus mayorías, fragmenta sus grupos, y luego, sigue votando en la calle y con todos los medios democráticos a tu alcance. Y no te creas que no tenemos poder, es que hemos renunciado a él. Los consumidores podemos cambiar las cosas.


¿Qué hacemos?

viernes, 4 de noviembre de 2011

Despedida de Tristeza, de Jorge Gonzalvo y Cecilia Varela

Lo publican en una editorial de literatura infantil y juvenil (Lóguez) puntualizando que es un cuento "para todos los públicos". Pero es otra cosa. Es un maravilloso, concentrado y breve poema que dudo mucho que se quede en el cuarto de los críos, si los hubiere, sino que dormirá en la mesilla de los adultos a la espera de ser consultado en busca de ánimo. La poesía tiene ese poder, el de concitar los sentimientos, las pasiones, a veces las reflexiones... e hilar las tormentas del alma humana. El librito que ha escrito al autor zaragozano Jorge Gonzalvo y que ha ilustrado con tanta maestría y belleza Cecilia Varela, narra la marcha de la tristeza de la ciudad "sin equipaje y de incógnito". Levanta el ánimo porque es hermoso y porque demuestra que la tristeza se queda "unos días como mucho".

Jorge es un cuentista europeo de España maravilloso que destila cada frase hasta el exceso. Cecilia es una ilustradora latinoamericana de Argentina que afina cada pincelada hasta crear atmósferas completas que tienen hasta aroma. Se conocieron en la red y trabajan juntos gracias a la red. Este es su segundo trabajo en común tras Te regalo un cuento, también publicado en Lóguez.

Aviso para personas tristes o candidatas a serlo: la tristeza "...simplemente se marcha".

Lo venden a 9 € (en España). Vale mucho más. Si lo ves y puedes pagarlo, no lo dudes. Bálsamo contra la prisa y la pena. Es pura belleza. Y un gran regalo si tienes cerca de ti a alguien que aún no sabe que la tristeza es una gran viajera.

Las lecciones de "Mein Kapital", por Cristina Yañez

Reproduzco un artículo publicado en Heraldo de Aragón el 31 de Octubre por Cristina Yañez que me pareció más que conveniente en días como estos. Durante el mes de noviembre, "Mein Kapital" puede verse en la Sala Tantarantana de BCN y en enero en La Cuarta Pared de Madrid, después de haberse estrenado en El Teatro de la Estación de ZGZ:

Hace casi dos años, ocho dramaturgos contemporáneos recibieron el encargo de escribir una escena o pequeña pieza sobre El Capital de Marx como inspiración. Hicimos el encargo las compañías Tranvía Teatro (ZGZ), Teatre Tantarantana (BCN) y Teatro del Astillero (MAD). Trabajaron en una obra colectiva y, después, las tres compañías hicimos lo mismo: sumar esfuerzos, experiencias, recursos y personas para multiplicar efectos, resultados y oportunidades. Se llama Mein Kapital. La Tierra y el mundo que conocemos van camino de la destrucción. La catástrofe se avecina. Un grupo de intrépidos hombres y mujeres son preparados para realizar un viaje a Marte. La tripulación es sometida a un proceso de selección a través de un sistema de coaching para determinar los sujetos aptos para la supervivencia en un planeta y en una situación probablemente hostiles. A través de sus palabras, de sus recuerdos, sus acciones, deseos, reflexiones e instintos, los tripulantes harán un recorrido sobre las memorias y herencias del ser humano contemporáneo y sobre el destino que ha tenido la humanidad tras la caída de los muros, las bombas, los aviones, las bolsas y las ideologías. La crisis, el paro, la explotación, los sueños…
En este trabajo hemos puesto en marcha dos ideas que empiezan por C y que derivan de la misma C con la que empieza la palabra Camino, la senda que hemos de recorrer para no quedar varados. C de Cooperación y C de Compromiso. La primera enseña el modo que podemos salir de esta porque, o salimos todos a la vez o no sale nadie. En la banca y en los poderosos está la responsabilidad del desastre, en la gente puede estar la solución: unir esfuerzo, exigir y practicar otra manera de hacer las cosas, buscar otros objetivos y situar otros valores y conceptos en la lista de nuestros intereses. Esto no lo enseña la obra, lo enseña el modo en que hemos hecho realidad este proyecto. Tres compañías, dos salas alternativas que llevamos décadas navegando casi solas, tres ciudades, ocho autores y una idea. Ese modo cooperativo de trabajar nos permite no solo resistir (que ya sería algo) sino avanzar y crecer en nuestra manera de entender la economía social, siendo sostenibles, que no busca un beneficio económico directo sino que reinvierte todo en su actividad.
La segunda C, compromiso, es marca común de nuestro modo de vivir. Tienes que ser parte activa y consciente de la comunidad humana en la que vives. En el teatro que yo concibo no entendemos vivir y trabajar de otro modo. Hacemos un teatro comprometido con nuestro tiempo y sus coyunturas porque la mayor (y realmente única) riqueza que poseemos son las personas y las palabras.
Si somos seres interdependientes, aquello que hagamos nos afecta a todos y al medio en el que vivimos. Un axioma como este debiera ser norma vital para todos, por más que muchos “expertos y analistas” económicos sigan creyendo en la competencia y la carrera por un éxito que necesita dejar a otros atrás. Si cae Grecia, cae Europa (la primera Alemania). Si no empujamos a Europa y al mundo no saldremos ninguno del atolladero. En el teatro trabajamos por fuerza y por vocación en comunidad. Si un actor no te da la réplica, te deja tirado. Si falla la luz, no se ve a la actriz. Si la actriz olvida, el texto no sirve. Y el objetivo es único: un mensaje y un rato de placer y reflexión para el público.
Mi trabajo estos meses dirigiendo Mein Kapital (ahora en Zaragoza, después en Barcelona y Madrid, luego en los teatros de Santander, Sevilla y otras ciudades) me dice que en el cambio de paradigma social, encabezado por la cooperación y el compromiso individual con la causa común, está la senda que nos sacará de ésta, camino de otro modo de vivir. Lo otro: las cifras, los mercados, la competencia suicida es una opción…pero nos hunde más en la ciénaga.


Cristina Yañez es Directora del Teatro de la Estación y de la compañía TranvíaTeatro.
El cartel de la obra es de Samuel Aznar.